Como ya os había dicho anteriormente, yo viví en Holanda durante unos meses, y ahora pensando en esto del Año Nuevo, recordé que allí no tienen esa tradición de comerse las uvas de la suerte a medianoche como hacemos aquí en España.
Investigando un poco más sobre este tema descubrí que, no sólo no somos el único país con esta tradición, sino que en otros países existen otras costumbres particulares para celebrar la Nochevieja.
¿Quieres saber cómo se celebra el último día del año en el resto del mundo? ¡Te lo contamos!
Empezamos por España. Aquí nuestra mayor tradición es comer 12 uvas con las 12 campanadas, una por campanada. Se cree que tomarse todas las uvas es indicativo de un año de buena suerte. Pero no somos los únicos con esta tradición, también en Chile, Ecuador, Perú y Venezuela se comen 12 uvas en Nochevieja.
¿Por qué 12 uvas? Las doce uvas "de la suerte" comenzaron a tomarse de manera masiva en España en la Nochevieja de 1909, debido a un excedente de la cosecha en Alicante. Sin embargo ya en el siglo XIX existía la costumbre entre los burgueses españoles de comer uvas y brindar con champán para despedir el año.
Según la tradición, en la mesa se colocan 12 uvas delante de cada comensal que simbolizan los 12 meses del año y que deben comerse con cada una de las campanadas del reloj.
Además, también es tradicional en España llevar ropa interior de color rojo en la última noche del año para atraer la buena suerte.
USA es el país más romántico de todos. Allí es tradición besar a alguien a medianoche para atraer la suerte y el amor durante el próximo año.
En Italia creen que cenar lentejas en la noche de Fin de Año les traerá éxitos económicos en el siguiente año. Según la tradición, cuantas más lentejas se comen, más dinero se ganará en ese año. Esta costumbre proviene de la antigua Roma, donde era habitual ofrecerse esta legumbre como regalo en Año Nuevo con el deseo de que éstas se transformaran en monedas de oro.
En Grecia suelen cocinar un pastel llamado Vassilopitta en cuyo interior se coloca una moneda de oro o de plata. El que encuentre la moneda en su plato será la persona con más buena suerte en el año que se avecina.
Vassilopitta
Originalmente, la vajilla se rompía en la puerta de familiares y amigos, lo que para ellos era un halago, ya que con ello se pretendía que la fortuna acompañara a estos seres queridos en el año. Aún hoy en día hay daneses fieles a esta versión de la tradición.
En Turquía es habitual, para atraer la salud y la riqueza en el nuevo año, abrir todos los grifos de la casa justo después de las campanadas y dejar correr el agua.
En Japón tienen una tradición denominada "joya no kane" similar a las campanadas en España, pero en este país son ni más ni menos que 108 campanadas las que se tocan, y, por supuesto, no hay uvas de por medio.
Esta tradición procede del budismo. El número 108 es considerado sagrado en el budismo y cada campanada hace que quienes la escuchen eliminen de su corazón los 108 defectos humanos, entre ellos el deseo, la posesión, la ira y la envidia.
Además, en esta noche es tradicional comer toshikoshi-soba, una variante de los tradicionales fideos soba especialmente largos, ya que se cree que, cuanto más largos sean los fideos, más larga y próspera y será la vida del que los come.
Toshikoshi-soba
Muchos países de Latinoamérica tienen costumbres muy parecidas. Por ejemplo, el hecho de utilizar ropa interior de un color determinado en esta noche. Cuando hablábamos de España, decíamos que era de buena fortuna comenzar el año llevando ropa interior de color roja. México tiene esta misma creencia. Sin embargo, en Argentina es tradicional llevar la ropa interior de color rosa para atraer el amor en el próximo año, y en Brasil de color blanco para alejar a los malos espíritus. En Colombia, Perú y Venezuela lleva la ropa interior de color amarillo para tener un año nuevo lleno de dinero.
Si los italianos cenaban lentejas en esta noche, los chilenos, además de tomar las uvas como en España, también comen lentejas pero a medianoche, como forma de atraer el amor y el dinero. De hecho, Chile es uno de los países que más tradiciones tienen para celebrar Nochevieja, pues también barren la casa hacia afuera como un repelente para las malas energías y abrazan a una persona del sexo opuesto a medianoche como imán para el amor.
En Argentina, además de la ropa interior rosa, tienen como costumbre meterse en el mar y entregar regalos a Yemanyá, la Diosa del agua, para garantizar la buena suerte en el año nuevo.
En algunas partes de Perú, es costumbre poner un huevo entero debajo de la cama para comprobar el 1 de enero qué dibujo ha formado la yema y poder interpretar qué nos depara el futuro.
Varios países de América Latina han convertido en tradición “quemar el año viejo”. Para ello, en Ecuador, Colombia, Perú, y Venezuela hacen un monigote que representa el año que termina y le prenden fuego.
Estas son sólo algunas curiosidades, pero lo importante es que, estemos donde estemos, todos esperamos un año nuevo cargado de felicidad, amor, dinero y salud. Y eso precisamente es lo que yo deseo para todos los que me estáis leyendo. ¡Nos vemos en 2018!
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