Una cosa que me ha apasionado desde pequeña son las leyendas canarias. Quizás todo comenzó con el libro que veis abajo: Alizulh, el mundo mágico de las leyendas canarias. Como sabéis, yo era (y sigo siendo) aficionada a la lectura, y, por casualidad, cuando tendría como siete años, este libro llegó a mi, rechazado por su anterior dueña y, sinceramente, en muy mal estado. Pero, más allá del maltrato que había sufrido, ese libro me transmitió una inquietud por la historia de este paraíso en el que vivo que sigo manteniendo hasta la fecha.
Y, con los años y las experiencias, no he hecho sino reafirmarme cada vez más en lo maravillosa que es esta tierra y la suerte de haber nacido en ella. Es por eso que, desde aquí, quiero aprovechar la oportunidad para enseñaros Canarias desde mi punto de vista, quizás incluso te enamores tanto como yo de estas islas.
Ah, y por cierto, súper recomendable este libro, sobre todo si tenéis peques, aunque ya de adulta yo también lo he leído y me sigue gustando igual
Pero la historia que quiero compartir hoy no se encuentra en este libro. Canarias es una tierra repleta de mitos y misterios, y cuanto más buscas sobre este tema, más encuentras. Y yo soy muy curiosa y todo eso de los enigmas, los secretos y las leyendas me llama muchísimo la atención. Incluso lo paranormal, pero eso ya es otro tema. Lo que quiero decir con esto es que, si te atrae este tema tanto como a mí, no te preocupes porque seguiré publicando artículos relacionados, ya que esta materia es tan interesante como amplia. Así que si quieres estar al día de los nuevos posts de esta temática, síguenos en Google+, en Youtube y en las redes sociales, tienes los links en el menú de la derecha →
Pero para adentrarnos en el mundo de las leyendas canarias, tenemos que conocer primero las más famosas, como la que quiero contarte hoy, la leyenda de Guayota, el maligno. ¿Comenzamos?