No quiero parecer una aguafiestas, pero muy en contra de lo que esta entrada pueda parecer, la verdad es que yo no soy nada partidaria de San Valentín. Atrás quedaron esos días en los que celebrar San Valentín con mi pareja me ilusionaba, ahora sólo veo que detrás de esa magnífica idea de "celebrar nuestro amor" se esconde demasiado consumismo cutre y mal disimulado.
Seamos sinceros, si queremos un día para celebrar, el mejor es nuestro aniversario, que es un día que realmente significa algo especial para nosotros.
Pero ya que estoy siendo sincera y sin ánimo de parecer cursi, la verdad es que ver los escaparates de las tiendas decorados de corazones, la enorme oferta de planes para dos y las redes sociales plagadas de frases romanticonas, sólo me llevan a pensar en una persona. Y sería absurdo resistirse a demostrarle a alguien que te mueres de ganas de estar con él por el simple hecho de ir contracorriente.
De modo que, ¿dónde está la línea que divide lo hermoso de demostrar lo que sentimos y lo innecesario de participar de ese despliegue de consumismo desmedido? ¡Pues en estos 5 planes low cost que te recomiendo!